sábado, 12 de mayo de 2012

Elecciones en USA: lo que motiva a los electores


Si hoy se celebraran las elecciones presidenciales estadounidenses, Obama (46,7%) ganaría a Romney (45,4%) por 1,3%. Estadísticamente hablando, es un empate técnico. No es el recuento total del voto popular lo que decide las elecciones, porque el sistema americano es indirecto, sino el número de delegados que, en el llamado Colegio Electoral, apoyan a uno u otro candidato: para ser presidente, son necesarios, al menos, 270.

Nuestra proyección actual para Obama es de 253 y de 170 para Romney; 115 están en el aire, en estados del Centro y el Sur. En estados que inclinan la balanza de las elecciones (Florida, Ohio, Virginia), Obama también gana a Romney por estrecho margen.

Es relevante saber qué preocupa a los electores de ambos partidos, hoy. Nuestras encuestas destacan las siguientes prioridades de los electores, sin mencionar las que están por debajo del 50%: la economía (71%), el precio de la gasolina (65%), el gasto federal y el déficit público (60%), el acceso a -y el poder permitirse- un seguro médico (60%), y el desempleo (55%). Es más fácil entender que Obama vaya en cabeza, sabiendo que el 50% de los americanos confían más en el presidente, que en Romney (42%), a la hora de gestionar la economía. Cierto: ese índice, cuando Obama tomó posesión, en enero de 2009, era del 71%; ha perdido 21 puntos. El índice de aprobación global de la gestión del presidente arroja hoy un saldo neto negativo del -0,6%, por vez primera desde agosto de 2011. Todo tiene que ver con la economía.

Desde que Estados Unidos abandonó la recesión, en junio de 2009, los 11 siguientes trimestres han sido de un crecimiento medio del PIB del 2,5%. Las comparaciones son odiosas, pero tras la recesión de los años ochenta, el aumento medio del PIB, con Ronald Reagan, en los 11 trimestres posteriores a la salida de la crisis, fue del 6,1%. Es verdad que, entonces, el mundo era distinto: el G-8 dominaba el planeta, había dos Superpotencias (Guerra Fría) y no existían, ni el G-20, ni los Países Emergentes. China solo cambió su política económica radicalmente, a favor del capitalismo de Estado, en 1983. Con Clinton, el crecimiento medio (1993-2001) fue del 3,5%, y se crearon 21 millones de empleos: media neta mensual de 200.000 puestos de trabajo.

Entre septiembre y diciembre de 2011, América creó 200.000 empleos netos mensuales. En el primer trimestre de 2012, la media neta mensual fue de 150.000 nuevos empleos (los números de marzo han sido ya revisados al alza), con crecimientos del PIB del 3% (último trimestre de 2011) y 2,2% en 2012. 

La economía es la primera preocupación de los electores. Obama mantiene su base electoral intacta: aumenta el apoyo femenino y baja un poco el hispano, porque aun no hay –la prometida- ley de Inmigración. El problema lo tiene Romney: ha de convencer a 4 colectivos para que le voten: americanos del MidWest (donde Santorum arrasaba), los republicanos más conservadores, los muy religiosos y los jóvenes. Si lo consigue, quizá gane las elecciones.

Publicado previamente en La Gaceta el 11/05/2012

martes, 8 de mayo de 2012

La reinvención de Obama

¿Cuál es el futuro de EEUU?¿Quién liderará la salida de la recesión económica? Para hacer frente a estas preguntas Jorge Díaz-Cardiel aborda los principales retos de EEUU y realiza un exhaustivo estudio del pasado, presente y futuro de la figura de Barack Obama como presidente.

¿Cómo ha logrado Obama, liberal y progresista, triunfar en la sociedad americana siendo ésta en su mayoría conservadora? ¿Se debe a su marca personal?¿Funcionaría ahora del mismo modo si se volvieran a celebrar elecciones? O… ¿era necesaria una reinvención de su marca y pasar del progresismo al centro político?

En una primera fase, Obama se muestra decidido y enérgico sacando adelante muchas iniciativas entre las que destacan la creación de una  nueva arquitectura financiera internacional. El slogan que se asocia a su marca es el “Yes, we can” que durante un tiempo funciona, pero que supuso un antes y un después con respecto al decaimiento que se produjo en EEUU, durante 2007-2008, años en los que la marca Obama representaba una promesa de cambio. “Yes, we can” significaba “soy capaz de remontar esta situación difícil con mis propias fuerzas”, explica Jorge Díaz-Cardiel, ser resiliente.

El cambio de dirección en el desarrollo de una marca personal es posible, la reinvención  forma parte de un proceso evolutivo para adaptarse a las necesidades de cada momento.


El personal branding de Barack Obama

La marca personal de Obama llegó a ser tan global gracias a los medios de comunicación y a la “viralidad” de las redes sociales, aunque Jorge Díaz-Cardiel reconoce que lo tenía fácil tratándose del presidente de un país que representa el 25% del PIB mundial y con una cultura que ha impregnado al mundo entero.

En su opinión, es posible reinventar la marca personal, y darle un giro para adaptarse a las necesidades de los stakeholders (grupos de interés), de hecho en el caso de Obama, el presidente se da cuenta en el año 2010, de que la sociedad americana había evolucionado hacia el centro derecha; y en lo que podríamos llamar segundo período, asistimos a la evolución de Obama como una figura más humilde y a un movimiento lateral hacia el centro político que provocó un sentimiento de traición entre su electorado más liberal. Mientras, los especialistas económicos no se refieren a este cambio  como un movimiento oportunista, ni hablan de “chaqueterismo”, sino de pragmatismo.

En esta última etapa, la actual, es cuando Barak Obama trata de revalidar su victoria electoral reinventando su marca, tomando un cariz más conservador, adaptándose a la evolución de la sociedad americana y dando un espectacular giro hacia el centro político. Lo que en palabras de Jorge Díaz-Cardiel, autor de “La reinvención de Obama”, es “una receta segura para proveer de esperanza a una sociedad que últimamente había caído en la desilusión”.

Y es curioso el dato que Jorge nos aporta de la información publicada por las revistas económicas americanas “Newsweek” y “Business week“ que presentan a los contrincantes de Obama, no como próximos presidentes de un país, si no como consejeros delegados de ese país. Lo que demanda hoy en día la sociedad son políticos pragmáticos que den la vuelta a la situación económica. Hasta ese punto se pueden encontrar similitudes entre la gestión de un país y de una empresa.