El Producto Interior Bruto de Estados Unidos ha crecido un 2,8%
en el tercer trimestre de 2013. El dato no es definitivo, como el
Departamento de Comercio ha recordado en el comunicado del "Bureau" de
Análisis Económico. El día 5 de diciembre sabremos con certeza cuánto
creció la primera economía del planeta. El motivo de la revisión es que
el anuncio de hoy se basa en datos parciales. Aun así, los datos de que
disponemos nos permiten intuir el ritmo al que va creciendo la economía
norteamericana. Especialmente, porque sabemos sus principales
componentes y su comportamiento, tanto en este trimestre, como en los
dos previos.
La tendencia es ascendente: en el primer trimestre, Estados Unidos
creció casi el 2% (1,8%); en el segundo, se expandió el 2,5% y, ahora,
el 2,8%. Los distintos paneles de economistas de diversas fuentes (tanto
los de Business Week Bloomberg, como los de The Wall Street Journal)
apostaban por un crecimiento del 2%. Se han quedado cortos por un 0,8%.
Pensaban, y así lo expresaron, que los efectos del "Sequester", con la
reducción del gasto público implícita, afectaría negativamente al
crecimiento económico. La realidad es que los recortes del gasto público
(-1,7% en su aportación al PIB) han afectado menos de lo estimado, al
menos en este trimestre. Habrá que esperar al cuarto y último trimestre
del año, para saber con certeza cuánto ha impactado, teniendo en cuenta
que, en octubre, hubo un cierre parcial del gobierno (del 1 al 17 de
octubre) y que 800.000 empleados públicos se fueron a sus casas sin
cobrar. Esto habrá afectado al consumo, pero también es cierto que el
último trimestre del año coincide con las campañas del gran consumo,
desde Halloween a Navidad, cuando el consumo personal repunta con
fuerza.
El consumo privado, entre julio y septiembre ha sido un componente
que ha aportado al crecimiento económico, con un crecimiento del 1,5%,
aún menor que en el trimestre anterior (+1,8%). En cambio, han sido las
exportaciones (+4,5%) y la inversión en vivienda residencial (+14,6%)
quienes más han impulsado el PIB. Las importaciones han decrecido. Y, al
mismo tiempo, destaca que aumenta el nivel de renta disponible de los
hogares (+4,5%), así como su tasa de ahorro (+4,7%). Cabe deducir que
los consumidores son más cautos puesto que, aun cuando han aumentado el
consumo, lo han hecho moderadamente, apostando en cambio por ahorrar
más, a pesar de disponer de más nivel de renta y mayor poder
adquisitivo.
Aunque está pendiente aún el informe sobre la tasa de paro del mes de
octubre -retrasado por el cierre del gobierno en la primera mitad de
mes-, partíamos de un porcentaje de desempleo respecto a la población
activa, del 7,2%. Es decir, hay once millones de norteamericanos
buscando trabajo. Entre ellos, hay cuatro millones y medio que son
considerados "parados de larga duración", porque llevan buscando
trabajo, sin encontrarlo, durante un período de 27 semanas. En España,
por poner las cosas en perspectiva, la tasa de paro es del 25,98%, son
más de 5,9 millones los desempleados y dos millones lo son de "larga
duración", porque están en esa situación desde hace más de dos años. Es
verdad, las comparaciones son odiosas, que dice el refrán:
especialmente, en este caso, puesto que, en Norteamérica, cualquier cosa
que no sea pleno empleo tiene la consideración de desastre. Quizá por
eso, porque se espera una tasa de paro del 7,2% o superior, los
consumidores han decidido ser prudentes en sus gastos.
Vale la pena quedarse con la fotografía que nos ofrece el análisis
longitudinal temporal: crecimiento económico medio trimestral desde
junio de 2009, ininterrumpidamente, del 2,25%. Y, en lo que va de año,
crecimiento con tendencia ascendente de trimestre en trimestre. Aunque
los efectos del cierre del gobierno en octubre se dejarán notar y,
quizá, el PIB no crezca más allá del 2,4% en el último trimestre del
año, al menos puede verse una evolución positiva al alza que, de
consolidarse a principios de 2014, pondría a la economía norteamericana
en disposición de crecer en el entorno del 3%, como espera y desea la
Reserva Federal, para reducir la tasa de paro al nivel del 6,5%.
Publicado previamente el 7 de noviembre de 2013 en mi Blog en Cinco Días EE.UU y mercados emergentes
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