jueves, 12 de marzo de 2015

Como EEUU, también España tiene empresas y empresarios exitosos

En el mundo anglosajón, de manera muy intensa en Estados Unidos, al llegar el fin de año las publicaciones económicas y políticas ensalzan logros económicos y empresariales. Por contraste con lo que sucede en otros lugares, en que se habla mal del capitalismo y la libre empresa, en Estados Unidos lo habitual es destacarlos en positivo. Lejos de considerarse al empresario como a un ogro, en Norteamérica los grandes empresarios son ídolos, mitos. Así ha sido con Lee Iacocca (Ford, Chrysler), Hewlett y Packard (HP), Bill Gates (Microsoft), Steve Jobs y Tim Cook (Apple), Ben Page (Google) o Mark Zuckerberg (Facebook), entre otros muchos.

España también tiene grandes empresas y grandes empresarios, que han hecho mucho por la economía y por la sociedad. Es justo reconocerlo y otorgarles el mérito que les es debido. Las reformas económicas y las políticas públicas, por supuesto, son importantes, pero la microeconomía se aplica a las empresas, a su productividad y competitividad, a la financiación –sangre de la economía- que reciben de los bancos, a la innovación empresarial, a las tecnologías de la información, a su contribución social y preocupación medioambiental.

Las previsiones económicas del Gobierno, de Funcas, La Caixa o BBVA, entre otras fuentes de información, apuntan a una aceleración del crecimiento del Producto Interior Bruto a finales de este año y para 2015. Con crecimientos del PIB del 2% -o más- es de esperar una aceleración de la creación de empleo el año que viene. Con más puestos de trabajo, creados por las empresas, el poder adquisitivo de la población se incrementará y es razonable que se consolide la fuerza del consumo interno y de la inversión. Que continúe la pujanza de las exportaciones y que aumenten las importaciones. En 2013, anticipamos que 2014 sería el año bisagra de la recuperación, como así ha sido, tras cinco trimestres de crecimiento económico. 2015 bien podría ser el año del despegue de la economía, como todos queremos.

Este año ha sido el de los fundamentos para 2015. Y ha tenido y tendrá sus protagonistas. El despegue de la economía española no se entendería sin el protagonismo de César Alierta, presidente de Telefónica, de Isidre Fainé, presidente de La Caixa o del fallecido presidente de El Corte Inglés, Isidoro Álvarez, sustituido por Dimas Gimeno. Son nuestros equivalentes españoles a esos líderes empresariales norteamericanos de que hablaba al principio. Cuando el Rey Felipe VI, se dirigió a las compañías que componen el Consejo Empresarial de la Competitividad en la sede de Telefónica, quien le contestó fue César Alierta, y allí estaban presentes esos empresarios que he mencionado. El Rey les habló del “efecto de arrastre” que las grandes empresas tienen respecto a las pymes, en innovación, financiación y ayuda a las exportaciones. Cientos de miles de pymes dependen positivamente de esas grandes empresas: por eso es tan importante que a éstas les vaya bien. Las grandes empresas son solo el 0,12% del tejido empresarial español, pero sostienen el 33% del empleo. César Alierta, en su respuesta al Rey esbozó un plan para crear más de dos millones de puestos de trabajo en los próximos años. Si los políticos prestan atención de lo que dicen los grandes empresarios, toman nota y actúan en consecuencia, el afianzamiento de la recuperación será mayor y más rápido.

En el podio de las grandes empresas en nuestro país, en 2014 han destacado varias compañías, por diversos motivos. Telefónica, La Caixa, El Corte Inglés, Gas Natural Fenosa, Abertis.

Telefónica ha consolidado su liderazgo en Europa. En España, donde ya era líder indiscutible, su oferta integrada Fusión ha revolucionado el mercado: no sólo ha tenido una gran aceptación entre consumidores, consiguiendo la más alta cuota de mercado en fibra (94%), sino que, además, ha convulsionado el sector de las telecomunicaciones en España, obligando a reaccionar a sus competidores, que han tenido que llevar a cabo operaciones corporativas de calado para sobrevivir. Vodafone, con la compra de ONO, y Orange con la compra de Jazztel.

Además, lo que más ha caracterizado a Telefónica ha sido su fuerte generación de beneficios, su evolución positiva en Bolsa y su fuerte contribución al PIB gracias a la inversión en I+D y en fibra óptica en hogares. Telefónica se ha convertido en una Telco Digital muy distinta de las tradicionales compañías de Telecomunicaciones, que avanza fuertemente la transformación digital de España y la Sociedad del Conocimiento.

Esto es esencial, porque, así, Telefónica contribuye de manera esencial a la creación de un nuevo modelo productivo en España, alejado del que creó en el pasado burbujas de nefasta memoria, para dar paso a un modelo sostenible, basado en la Economía del Conocimiento, que genera empleos de calidad. Es un modelo, además, que ofrece buena formación a los trabajadores, haciéndoles más empleables, al tiempo que pone a disposición efectiva de empresas y particulares, experiencias esenciales en movilidad, educación, ocio y entretenimiento, entre otros. La expansión de la fibra óptica de Telefónica contribuye, a 10 años vista en un 1% al PIB español, con todo lo que supone, adicionalmente, de creación de empleo (Advice, World Economic Forum, OCDE, ICTNET).

Sin lugar a dudas, Telefónica es el máximo exponente de la marca España en el mundo. Su internacionalización, impulsada y ejecutada con éxito por César Alierta, ha colocado a Telefónica “en el mapamundi” y Telefónica es conocida y reconocida en Europa continental, en Reino Unido, en China, en Iberoamérica. Es lógico que César Alierta sea el presidente del Consejo Español de la Competitividad y es loable que haga el esfuerzo de promocionar la marca España más allá de nuestras fronteras en tantos países del mundo: allá donde está Telefónica, empresas y población, ven a una empresa española exitosa que intenta hacer su vida más amable y mejor.

Otra gran empresa que está en el podio de los mejores en el año que acaba es La Caixa. Ha culminado con éxito su transformación en Fundación Bancaria, de la que dependen CaixaBank banco de referencia líder en España, las diversas participaciones empresariales de distinta naturaleza, que suponen una fuerte apuesta por la industrialización del país, así como la Obra Social. El impacto en la sociedad española –empresas y familias- de estos tres fundamentos de La Caixa, es esencial. 

Empezando por CaixaBank, que según el Estudio Advice de Éxito Empresarial, es el banco en que más confían los españoles (la tendencia evolutiva es positiva y aumenta con los años, 2011, 2012, 2013 y 2014), lo que repercute en el negocio, porque en banca de particulares, con más de 14 millones de clientes, CaixaBank es el primer banco de España, tanto en activo como en pasivo. Es además el banco que, en lo esencial, -la necesidad de financiación- más eficazmente apoya a las pymes españolas: según la Radiografía de la Pyme Sage 2013 y 2014 y los estudios del World Economic Forum, en una escala de 1 a 30, las pymes españolas dan un peso de 27 a la necesidad de financiación como su principal problema. Por eso, que el Estudio Advice de éxito empresarial otorgue posición de liderazgo de CaixaBank en ese ámbito, ayudando a pymes y autónomos, es tan importante.

CaixaBank, además, apuesta fuertemente por las tecnologías de la información para mejorar sus procesos internos, ser más productiva y competitiva y servir mejor a sus clientes. Ha recibido premios de publicaciones exitosas (The Banker, Euromoney) en los últimos años, como el mejor banco del mundo tecnológicamente hablando.

Por último, la Obra Social de La Caixa, que invierte desde hace muchos años 500 millones de euros cada año, contribuye a hacer más fácil la vida de la población: es empleo, innovación, calidad, medioambiente, proyectos sociales. Sin la Obra Social de La Caixa, la vida de muchas personas hubiera sido más dura durante la crisis.

El Corte Inglés, han publicado cientos de medios de comunicación, va a construir en el Paseo de la Castellana de Madrid, el centro comercial más grande del mundo. Si así fuese, sería un motivo de orgullo que sea una empresa española quien lo hiciere. El Corte Inglés es líder en gran distribución en España. Es la única gran compañía que ofrece todo tipo de productos y servicios en toda España, puesto que tiene una capilaridad que llega a todas las comunidades autónomas y a las provincias. Es un comercio de proximidad, gracias a sus centros comerciales. Los españoles verbalizan en el Estudio Advice de éxito empresarial que “una ciudad no está completa hasta que no tiene un centro de El Corte Inglés”. Al igual que Telefónica y La Caixa, El Corte Inglés es una empresa “familiar” para el 90% de los españoles mayores de edad, es decir, 9 de cada diez. Caracterizan a El Corte Inglés su calidad y la excelencia en la atención al cliente, dos parámetros esenciales del éxito empresarial. Es empresa netamente española, pero –en no teniendo nada que envidiar a Amazon.es, con quien compite en igualdad de condiciones en el comercio electrónico, incluso superando en ventas mensuales y anuales al gigante americano en España- se está expandiendo exitosamente en Europa gracias al e-commerce. Una anécdota: a las mujeres españolas (51% de la población según el INE), “El Corte Inglés les cae muy bien”.

La energía es esencial para la vida de las familias y el correcto funcionamiento de las empresas. Pero no basta con el abastecimiento: la economía y la sociedad piden más a las compañías energéticas. Gas Natural Fenosa, multinacional española presente en medio mundo y con origen catalán, ha conseguido dar a la sociedad lo que ésta necesita. No sólo es reconocida –según el Estudio Advice de Éxito Empresarial- como “una empresa orientada a resultados”, con “gestores netamente profesionales”, de quien se aprecia su estrategia corporativa. Empresarios, directivos, analistas financieros y población general destacan la apuesta que ha hecho por el gas natural, como energía limpia y más barata, que contribuye a la sostenibilidad y cuidado del medioambiente. Gas Natural promueve el ahorro y la eficiencia energético y ofrece un mix de gas y electricidad que le hace líder en el  mercado español y facilita su exitosa internacionalización en Hispanoamérica y en Estados Unidos. El Estudio Advice de éxito empresarial destaca que los españoles aprecian, hoy, su calidad de servicio y la atención al cliente; los analistas financieros y expertos sectoriales subrayan su apuesta por energías en un mercado –el del gas-, que “contribuye a satisfacer las necesidades de la población en el futuro”.

Por último, Abertis. Su lema, su leit motif es bien significativo: es una compañía empeñada en cumplir con lo prometido. El Estudio Advice de Éxito Empresarial identifica a Abertis como la empresa que más cumple lo que promete. Esto es especialmente alabado y apreciado por los analistas financieros y los medios de comunicación. Es un empeño de su consejero delegado, Francisco Reinés, que ha hecho de su empresa una compañía predecible. En los tiempos que corren, y en los mercados financieros y cuando se trata de poner en marcha planes de negocio a varios años, esa “predictibilidad” (Alan Greenspan, "The map and the territory") es de enorme importancia. 

Efectivamente, los resultados económicos y la evolución en Bolsa acompañan exitosamente a Abertis. Como su proceso de internacionalización, que hace que la mayor parte de su ebitda esté fuera de España, equitativa y equilibradamente repartido entre España y varias regiones del mundo. El reconocimiento de la marca de Abertis entre población general es cada vez mayor, pero no solo en España: por un motivo que la convierte en una gran empresa exitosa, según el Estudio Advice de éxito empresarial: es la primera compañía del mundo en gestión de infraestructuras, con el mayor número de kilómetros de autopista gestionados. Siendo inicialmente empresa catalana, ha dado el salto exitoso al mundo gracias a la diversificación de sus negocios a escala mundial. En ciernes está la OPV de su división de Telecomunicaciones, Abertis Telecom, para 2015, cuando parece que se acelerarán las operaciones corporativas en España.

Las grandes empresas españolas mencionadas ocupan el pódium de las compañías exitosas en nuestro país. Por supuesto que hay más, pero el espacio, aquí, es reducido. Lo esencial es poner en valor, en España, lo que ya hace la primera economía del mundo, la norteamericana: la aportación a la economía, a la empresa, a la sociedad, a la población y a las pymes, de la gran empresa española, que son nuestra punta de lanza en el mundo y contribuyen decisivamente a afianzar la recuperación económica.

Publicado previamente en Cinco Días el 18 de diciembre de 2014

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