lunes, 6 de octubre de 2014

EEUU, el 4% de PIB, y el retorno a la prosperidad

En "Return to prosperity. How America can regain its economic superpower status" (Threshold Editions, 2010), Arthus B Laffer y Stephen Moore predijeron la vuelta al crecimiento económico, de la manera fuerte y sostenida que ahora estamos viendo, cuatro años después de haber publicado el libro (2014 versus 2010, cuando pocos creían en la recuperación).

Como sostiene Hillary Clinton en su segundo libro de memorias, "Hard Choices" (Simon & Schuster, 2014), "el presidente Obama tiene una mente analítica que lo estudia todo". Esto se aplica de manera especial a la economía, a la que el presidente ha dedicado buena parte de su atención desde enero de 2009. El Producto Interior Bruto ha crecido una media mensual del 2,2% desde junio de 2009.

En el segundo trimestre de 2014, el PIB aumentó el 4%. No nos sorprende, porque los estudios publicados por ADVICE Strategic Consultants a principios de año y hechos públicos en Cinco Días ya indicaban que -cuando terminara el invierno- la economía repuntaría fuertemente. La firma ADP estima más de 210.000 empleos nuevos en julio, a los que habrá que sumar los potencialmente creados por el sector público. Quinto mes consecutivo generando más de 200.000 puestos de trabajo cada mes.

El presidente Obama no lanzó las campanas al vuelo, aunque las noticias economicas positivas serán explotadas por los demócratas en la campaña electoral que se avecina, en noviembre de 2014 ("Mid-Term Elections") en que las encuestas actuales vaticinan victorias republicanas para muchos gobernadores, congresistas y, quien sabe, si también en el Senado, donde hoy vemos empate técnico entre los dos grandes partidos. Obama afirmó que se alegraba que el PIB creciera, así como los beneficios de las grandes empresas... "pero ahora quiero ver que un americano normal consigue un trabajo de 9 a 5 y, después, puede seguir haciendo horas extras y ser pagado por ellas por encima del salario mínimo".

Efectivamente, el gran reto de la recuperación va a ser el aumento de los salarios y del poder adquisitivo de las familias. Previsiblemente, esto sucederá a lo largo de los siguientes 24 meses, de una manera tan sólida, que consolidará fuertemente la recuperación económica, y el legado económico que Obama dejará a su sucesor o sucesora, será inmejorable. Hoy, la tasa de paro está en el 6,1% y, en dos años podría descender al 5% o, lo que es lo mismo, el pleno empleo.

En la última semana de julio, Conference Board anunciaba que la confianza del consumidor alcanzaba su nivel más alto desde julio de 2007. Y el consumo ha aumentado el 1,69% -y el consumo, recordémoslo, supone el 70% del PIB americano-, gracias a la compra de coches, mobiliario y alimentos. La inversión empresarial se incrementó el 0,68%, porque las empresas entendieron que, tras el invierno económico, vendría la primavera económica: las familias consumieron mucho menos en el primer trimestre, no porque no quisieran, sino porque no pudieron, debido al mal tiempo, de tal manera que el PIB decreció el -2,1% (menos de la estimación inicial del-2,9%).

La inversión residencial repuntó el +0,23%, y los inventorios el 1,66%, de tal manera, que los almacenes han estado repletos de bienes listos para ser servidos en el canal de distribución, toda vez que las familias, con más empleo, más poder adquisitivo y, sobre todo, más confianza, han ido a los centros comerciales a comprar. La inversión pública aumentó el 0,3% y, tan solo las exportaciones contribuyeron negativamente al crecimiento (-0,61%, lejos del +7% del primer trimestre).

No es mala cosa que las importaciones sustituyan a las exportaciones como aportación positiva al crecimiento económico: es síntoma de que se recupera la demanda interna y, por tanto, el consumo y la inversión. Si este dato se confirma en los próximos seis meses, la economía americana estará en la rampa de lanzamiento del "retorno a la prosperidad".

Publicado previamente el 31 de julio en mi Blog de Cinco Días: EE.UU y mercados emergentes

No hay comentarios: