“El verdadero valor de un hombre se mide por los objetivos que persigue”, escribió en “Meditaciones”
el llamado emperador filósofo romano, Marco Aurelio. La cita y el libro
resuenan en mi memoria de cuando, Juan Soto Serrano, expresidente de
Hewlett-Packard, me explicaba, hace exactamente veinte años que “hijo mío, hay compañías en el sector tecnológico que son flor de un día, y otras que siempre permanecerán”. Morajela: los grandes líderes empresariales se proponen grandes objetivos, y que su legado perdure.
Un ejemplo que Juan Soto Serrano me puso de las empresas TIC cuya
permanencia no estaba asegurada a largo plazo, fue Sun Mycrosystems
–entonces, “reina del mambo”, por el sistema operativo Solaris,
el lenguaje de programación Java, los servidores…, hoy todo en manos de
Oracle, compañía que, al igual que su competidora SAP, es de aquellas
que, por contraste -me explicaba Juan Soto-, existirían durante bastante tiempo.
Siempre y cuando, eso así, aprendí de Andy Grove (uno de los tres
fundadores de Intel, donde dirigí marketing), la empresa y sus empleados
se comporten, siempre, anticipándose a los problemas, porque, como él
escribió en 1997: “Only the paranoids survive” (solo los paranoicos sobreviven).
Oracle y SAP, cada una a su manera, han tenido que aplicar esa máxima
de Andy Grove (por cierto, muy amigo que fue de Steve Jobs y muy amigo
que es de Larry Ellison, el jefe de ingenieros de Oracle y,
adicionalmente, presidente de su Consejo y su primer accionista, además
de fundador): “solo los paranoicos sobreviven”. Cabe preguntarse qué es lo que lleva a ambas empresas (SAP, Oracle), a actuar con paranoia empresarial para seguir triunfando,
y en qué consiste esa paranoia que, dicho sea de paso, yo menciono de
manera positiva, como se piensa en Estados Unidos, versus la concepción
peyorativa que se le da en Europa o, peor aún, en España.
La causa de la paranoia es el cloud. Y el
comportamiento en que ha derivado la paranoia, en el caso de SAP y de
Oracle, ha sido la de proceder a un buen número de adquisiciones de
empresas de todos los tamaños, que les permitan ofrecer, no ya una
suite, sino una plataforma desde la que servir a grandes corporaciones
todos sus servicios de manera integrada…, y en el cloud, donde ya había
competidores completamente nativos y que, por tanto, están siendo los
comprados. Nada nuevo bajo el sol de la historia del capitalismo, y la
tendencia a las concentraciones de enteros mercados, en manos de muy
pocos jugadores, con mucho poder (“The Ascent of Money: A Financial
History of the World”, 2008, Penguin Press, de Niall Fergusson; “The Age
of Turbulence”, Penguin Press, 2007, Alan Greenspan, entre otras obras
que tratan la historia del capitalismo y la formación de oligopolios).
Que ambas empresas dan extraordinaria importancia al cloud
lo demuestra, por ejemplo, que, cuando Oracle celebre el próximo 28 de
septiembre su reunión anual con clientes y desarrolladores (OpenWorld),
la principal charla del evento tendrá por temática: “Oracle’s unique opportunity to be the leader of the next generation of cloud”, en palabras de Mark Hurd, el nuevo CEO al cargo de ventas y marketing: “la formidable oportunidad de ser el líder de la siguiente generación de Cloud”.
Esto es mucho más que una declaración de intenciones.
Desafortunadamente para ellos, los líderes empresariales de empresas que
se consideran nativas en cloud (Salesforce.com o NetSuite), se ríen de
lo que consideran una impostura por parte de Oracle y de SAP: su desembarco en la nube.
La realidad es que, como diría de nuevo el ex presidente de HP, esas
empresas son flor de un día, versus compañías que permanecerán a largo
plazo, como Oracle o SAP. En el caso de Oracle, además, -vaya
coincidencia-, Ellison es accionista de Salesforce.com y de NetSuite:
el día menos pensado, éstas se descuidan… y, (“ouch”!), acaban
cualquier día como Sun, Siebel o PeopleSoft, es decir, engullidas por
Oracle.
El caso de SAP
También SAP se toma en serio el cloud. Eternamente criticada por lo
doloroso que resulta a sus clientes la implantación de su software, a la
par que famosa porque el software, toda vez instalado, da altos
rendimientos a dichas grandes empresas, SAP ha hecho compras
significativas en este ámbito: en 2011 compró SuccessFactors, por 3,5
billones de dólares, y puso a su CEO, Lars Dalgaard, al frente de todo
el portfolio cloud de SAP. Sin embargo, no hubo química entre Dalgaard y la fuerte cultura corporativa de SAP.
A Dalgaard le sustituyó Calderoni, que había sido CEO de Ariba, otra
empresa SaaS comprada por SAP (4,3 billones de dólares, en 2012). Da la
sensación de que los directivos que provienen del mundo cloud no lo pasan bien en SAP y, al poco se acaban marchando. Calderoni fue sustituido por Shawn Price.
Al final, SAP ha volcado sus esfuerzos en la plataforma tecnológica
HANA…, sin renunciar a Cloud: acaba de comprar Concur, por 8 billones de
dólares, al objeto de conseguir una fuerte consolidación en el mundo
cloud, hasta el punto de que la suma de ambas constituiría la segunda empresa en la nube (en software de gestión empresarial) del mundo, por ingresos.
Es obvio que la alemana tiene dinero en caja para realizar grandes
compras en este ámbito. También Oracle, que anunciará el 28 de
septiembre que dispone de 16 billones de cash flow operativo para
dedicarlo a ese mismo menester. Típico de Oracle (impronta de Larry
Ellison), las primeras declaraciones públicas de Mark Hurd son significativas: “tenemos que atacar; ya hemos doblado el número de comerciales y seguiremos comprando empresas para triunfar en cloud”.
Quizá SAP no sea tan agresiva en sus declaraciones, pero sus hechos son
más elocuentes que las palabras, como manifiesta la compra de Concur.
Aviso, también, a navegantes, para los comerciales de Salesforce.com o
los de Workday…, que todavía esos 16 billones de cash flow operativo
salen de la caja de Oracle (o de la de SAP), les compran… y pasan, no ya
a convertirse en filiales, sino en meras unidades de negocio
(miren lo que le pasó, por ejemplo a Hyperion, con Oracle) de
cualquiera de las dos grandes empresas de software. (Desde el punto de
vista de quien vende, económicamente, no siempre es tan dramático:
muchos dejan de ser directivos y se convierten en millonarios…, y ¡a vivir que son dos días!).
La segunda obra de Tolkien, de la trilogía del “Señor de los Anillos”
(“Las dos torres”), acaba con unas prometedoras y sombrías
declaraciones de Gandalf: “la Batalla del Abismo de Helm ha terminado: la guerra por la Tierra Media está a punto de comenzar”.
Ignoro si Hurd ha leído la obra de Tolkien –me cuadra más, que lea “El
arte de la guerra”, de Sun Tzu-, pero sus declaraciones del 23 de
septiembre indican que ha desenterrado el hacha de guerra: “The battle for leadership of the cloud is important. It’s time to go on the attack
(“la batalla por el liderazgo en cloud es esencial. Es tiempo de pasar
al ataque”). SAP no tardará en responder…, y que se preparen las
empresas pequeñitas que son flor de un día…, aunque, como me decía Juan
Soto Serrano hace veinte años, también citando a Marco Aurelio en las
Meditaciones: “Jorge, hay que amar lo inevitable”.
Publicado previamente el 25 de septiembre de 2014 en MuyComputerPro
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