martes, 15 de julio de 2014

El estado de la economía española en cinco capítulos (V). La importancia de la pyme en España

Los aumentos de productividad y competitividad en el sector turístico español son factores esenciales para entender el éxito.

Los aumentos de productividad y competitividad en el sector turístico español son factores esenciales para entender el éxito de este sector. No todo se explica por la incertidumbre en los países de Oriente Medio: al fin y al cabo, son pocos los españoles y europeos que han viajado por el mundo árabe y, mucho menos a países de alto riesgo como Siria o Irak. Incluso Egipto, Jordania o Turquía, países turísticos por excelencia, no son hoy el mejor sitio para visitar como turista, debido a la inestabilidad política de la zona.

Pero España ofrece, más allá de “sol y playa”, cada vez más, una excelente atención al cliente y calidad de los productos y servicios. Y las empresas turísticas españolas han jugado un papel esencial en la transformación de este sector haciéndolo atractivo: son los Meliá, NH, Barceló, Paradores Nacionales, y tantas otras empresas de referencia que, además, utilizan cada vez más Internet y el comercio electrónico para atraer visitantes y, de paso, sirven de inspiración vanguardista a los muchos millares de pymes españolas que viven del turismo.

Citar la pyme significa tener en mente al 99,88% de las compañías de nuestro tejido empresarial. Los datos de marzo del Instituto Nacional de Estadística (INE), que elabora el Directorio Central de Empresas o DIRCE, dicen que hay en España 3.142.928 empresas, de las que 3.139.106 (99,88%) son pymes y, por tanto, tienen entre 0 y 249 trabajadores. Ocupan al 63% del total de empleados que hay en España, destacando las microempresas (con el 30,2% del empleo) y las pequeñas empresas (17,4% del empleo total). Por sectores, nos dice el INE, el 55,6% ejerce su actividad en el sector Servicios; el 24,3% en el Comercio, el 13,6% en la Construcción y el 6,5% en la Industria. Por último, las pymes españolas son altamente productivas: con datos del INE, el valor añadido bruto (VAB) por ocupado de la economía española es de 54.251 euros, lo que supone una tasa de crecimiento del 3,15% respecto al año anterior, muy por encima de la media de la Unión europea, estimada por la Comisión Europea en 45.109 euros.

La productividad tan alta de las pymes españolas tampoco sucede por arte de magia. Hay grandes empresas que les ayudan en aquello que es verdaderamente importante. La Radiografía de la Pyme de la compañía tecnológica SAGE en 2013 ya decía que las pymes consideraban imprescindibles a las TIC para mejorar la gestión de su negocio. Evidentemente la financiación es esencial para las pymes, especialmente la bancaria, puesto que dependen en un 70% de ella y, en un 27% (World Economic Forum, OCDE, Comisión Europea, Eurostat, Radiografía de la Pyme SAGE 2013) la (falta de) financiación bancaria es su problema más importante.

Y ahí están bancos como CaixaBank, primero y Banco Popular, después, ayudando a la pyme en ese sentido. Pero cuando se trata de mejorar procesos internos  y externos, las tecnologías de la información son esenciales, pudiendo ayudar a las pymes –como les ha sucedido a las pymes estadounidenses en los últimos veinte años y el presidente Bill Clinton destacó en su obra “Back to Work”, de 2013- a mejorar su productividad en un 20%. Para conseguirlo, las pymes necesitan socios tecnológicos fiables y cercanos. Por contraste con el enfoque hacia lo que llaman “la gran cuenta”, de empresas proveedoras de servicios tecnológicos como SAP, Microsoft u Oracle, las pymes identifican en SAGE un partner tecnológico en el que se puede confiar, porque les acompaña en todo el proceso desde la A a la Z: desde la implantación del IVA de caja al nuevo sistema de pagos SEPA. Las pymes –como muestran los datos del Estudio Advice de Éxito Empresarial de junio de 2014- reconocen mayoritariamente a SAGE como “la empresa tecnológica en la que más se puede confiar para mejorar su negocio”.

Y, como no sólo de tecnología viven las pymes, sino de los contratos con las grandes empresas, vale sacar a colación el papel que juegan las empresas mejor percibidas por la población general –muy especialmente, por las mujeres-, que son las empresas de la gran distribución; en primer lugar El Corte Inglés, seguida por Inditex, Mango y por Mercadona, a quien le aqueja –según los estudios recientes de la OCU- “la falta de más categorías de productos”, versus El Corte Inglés, que es “la única compañía que tiene de todo”.
Y, como se afirmaba al principio, no solo cara a la población general, sino también en lo que a las pymes se refiere: muchos miles de pymes dependen en España de El Corte Inglés, que les ayuda de manera esencial al sostenimiento y florecimiento de su negocio, así como al mantenimiento del empleo, tanto del directo como del indirecto. Gracias a grandes empresas como El Corte Inglés, el comercio aumentó en mayo por tercer mes consecutivo (+0,8%), según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Es una forma concreta de hacer realidad la política de Responsabilidad Social Empresarial de El Corte Inglés, que encapsula el siguiente mensaje: “Si no quedas satisfecho con lo que pasa en el mundo, intenta cambiarlo”. Y, ciertamente, en una España que ha vivido seis años de larga crisis económica, son muchas las cosas que hay que cambiar. En palabras de un alto directivo de El Corte Inglés, “en El Corte Inglés, somos conscientes de que en nuestra sociedad hay muchas cosas que mejorar. Nuestra forma de demostrarlo es siendo respetuosos con el medioambiente, colaborando con todo tipo de organizaciones sociales (ONG, asociaciones, instituciones públicas y privadas) y participando en numerosas actividades. En El Corte Inglés promovemos cada año más de 4.000 acciones relacionadas con la cultura, la acción social, la educación, el medio ambiente, el deporte y la ayuda al desarrollo”.


Publicado previamente el 11 de julio por el Confidencial Digital

No hay comentarios: