De entre las muchas cuestiones que se debate estos días en los
entornos políticos y financieros norteamericanos, destaca “el quién será
el elegido/a por el presidente Obama para presidir la Reserva Federal,
en sustitución de Ben Bernanke”. Bernanke, que ha estado ocho años al
frente del banco central americano, no repetirá mandato, a partir de
enero de 2014. Y Obama ha de elegir un sustituto, que no sólo refleje su
política monetaria –y económica-, durante su segundo mandato como
presidente, sino más allá: hay que tener en cuenta que algunos
presidentes de la Reserva Federal han permanecido muchos años en el
cargo, con distintos inquilinos en la Casa Blanca: Willim McChesney
Martin sirvió durante 19 años (1951-1970) y Alan Greenspan, 18 años
(1987-2006).
En el caso que nos ocupa, no solo se tiene en cuenta las aptitudes
profesionales de los candidatos que el presidente Obama considera para
el cargo de presidente de la Reserva Federal. También está el hecho de
que nunca una mujer, aunque tuviera excelentes cualificaciones, había
accedido al cargo. Esto podría cambiar ahora. Yellen tiene 67 años, y es
una economista liberal con formidables credenciales académicas en la
Universidad de California en Berkeley. Supongo no es casualidad que una
mujer tan inteligente esté casada con un premio Nobel, George Akerlof.
Yellen fue presidenta de la Reserva Federal de San Francisco (una de
los doce bancos centrales que componen la Reserva Federal) y,
actualmente, es vicepresidenta de la Reserva Federal, con Ben Bernanke.
Tiene mucha experiencia, dispone de profundos conocimientos y cree en la
economía anticipativa: entre los años 2004 y 2006, Janet Yellen llamó
la atención sobre la creciente burbuja que se estaba creando en el
sector inmobiliario, aunque, como muchos hacían dinero, no le hicieron caso, a propósito.
Yellen es ferviente defensora de incrementar los controles
regulatorios en los bancos. Por ejemplo, quiere aumentar los
requerimientos de capital de los grandes bancos, en épocas de bonanzas,
para que estén preparados por si vienen tiempos peores. Seguramente, el
frente de la Reserva Federal, seguirá poniendo énfasis en mantener
bajos los tipos de interés, a costa de la inflación, pero con el deseo
de estimular la economía y el empleo. En abril, en una reunión del Fondo
Monetario Internacional dijo que “los tipos de interés controlados por
la FED deberían, en las actuales circunstancias, mantenerse bajos,
durante un largo período de tiempo, aunque esto vaya en contra de la
ortodoxia: creo que la claridad de este compromiso será necesario para
mantener una política de estímulos que genere empleos y fortalezca la
recuperación económica”.
Todos estos argumentos, así como sus credenciales, hacen de Janett
Yellen una candidata ideal para presidir la Reserva Federal. Y sería la
primera mujer en conseguirlo. No lo va a tener fácil: su contrincante,
Larry Summers, lleva luchando con denuedo dos décadas para conseguir ese
puesto. Y, por lo se dice en Washington y Nueva York, Summers cree
que el puesto le pertenece: fue secretario del Tesoro con Bill Clinton,
presidente de Harvard y dirigió el Consejo Económico Nacional del
presidente Obama. Nadie duda de sus capacidades profesionales e
intelectuales. Sin embargo, a muchos molesta que se crea con derecho a
ostentar este puesto: si algo pierde a Summers es su soberbia y
arrogancia, según quienes le conocen. Hace muy poco, el mes pasado, en
una reunión en la Casa Blanca, con el vicepresidente Joe Biden, Summers
empezó por bostezar (imperdonable falta de respeto) para acabar,
aburrido, levantándose de la mesa y abandonar la reunión. Sí, Summers será muy listo, pero son muchos los que dicen que no hay quien le aguante, porque todo lo que tiene de intelectual, le falta como persona
virtuosa: en otras palabras, no tiene muchas virtudes humanas,
aseguran. Hasta en la película sobre Facebook, “La Red Social”, se
describe a un Summers -como presidente de la Universidad de Harvard- que
no se aguanta ni a sí mismo. Lo que dicen, no son bromitas o habladurías:
basta leer Newsweek, New York Times, Wall Street Journal, Bloomberg
Business Week, The New Yorkers, Financial Times, Time, The Economist,
Washington Post, etc. Sí, todos destacan las excelentes credenciales de
Summers, pero critican que se crea con derecho a “ser el elegido”.
Un grupo de 58 congresistas demócratas se reunió con el presidente
Obama el 30 de julio en la Casa Blanca para decirle a la cara,
directamente, sin tapujos, que no quieren a Summers al frente de la
Reserva Federal. Summers es sinónimo de desregulación, de dar más poder a
los bancos para hacer lo que les dé la gana (Summers no vio venir el
problema de las hipotecas “Sub-Prime”, en cambio Yanett Yellen no solo
identificó el problema, sino que dio la voz de alarma). Está la cuestión
de la estrecha relación de Summers con el mismo sector que se supone
que un presidente de la FED tiene que regular: el sector financiero;
en otras palabras, muchos ponen en solfa que Summers sea un candidato
independiente. Es altamente probable que Summers no continúe con la
política de estímulos de Bernanke, ni con la compra de 85 mil billones
de dólares mensuales en activos que soportan hipotecas, y que pondría a
la lucha contra la inflación como prioridad por encima de la lucha por
estimular el crecimiento económico y la generación de empleo. Se
acabarían los programas de “Quantitative Easing” de Bernanke, que tantos
beneficios han obtenido para la economía norteamericana.
Parece que Obama se inclina por Summers, en detrimento de Yellen.
Ciertamente, Summers está haciendo mucha presión favor de su
candidatura. Y es posible que este “lobby” esté influyendo en el
presidente Obama: pero que no se equivoque Summers; Obama odia
que le condicionen en su toma de decisiones y, como presidente, quiere
tener las manos libres para hacer lo que cree que tiene que hacer.
Nosotros pensamos que Janet Yellen es la mejor candidata para
presidir la Reserva Federal Americana, por mucho pedigrí e influencia
que tenga Larry Summers. Para mi gusto, además de ser inteligente,
Summers solo tiene una buena cualidad (obviamente, tiene más):
el haber servido a las órdenes de Bill Clinton. Por lo demás, se me
ocurren docenas de cualidades humanas y profesionales por las cuales,
Yellen le saca cuatro cabezas a Summers. Acabo de releer el libro de
memorias de quien fuera presidente de la FED entre 1979 y 1987 (Paul
Volcker, “The triumph of persistence”, 2012) y el del actual presidente,
Ben Bernanke, (“The FED and the financial crisis”, 2013), así como “The
age of turbulence” (Alan Greenspan, 2008) y me reafirmo fuertemente en
que Yellen tiene las cualidades apropiadas para ser la próxima
presidenta de la FED a partir de febrero de 2014.
Mientras tanto, el mundo sigue, y empresas tradicionales del sector
de las tecnologías de la información, que se durmieron en los laureles,
hoy pagan “malamente” las consecuencias de su falta de diligencia. En
2008, Blackberry tenía una cuota de mercado del 50%, tanto en consumo
como en el ámbito corporativo. Empecé a hacer estudios predictivos sobre
la evolución futura de su negocio en 2007: ya entonces “avisé” de la
que se les venía encima; no me hicieron caso y, hoy, su cuota de mercado
es del 3% y su CEO acaba de anunciar que contempla cualquier opción
encima de la mesa: incluso, hasta el vender la empresa. Lo mismo les
sucede a pretéritos iconos de las tecnologías de la información en
Estados Unidos como Microsoft y Hewlett-Packard. Empecé a realizar
estudios e informes sobre la evolución futura de su negocio hace diez
años, antes de que comenzaran sus problemas: anticipé las caídas de
ventas, y qué negocios evolucionarían mejor y cuáles peor. Tanto en
los casos de Blackberry (antigua RIM), Microsoft y HP, muchos informes
míos están publicados en medios de comunicación nacionales,
internacionales y económicos. Digo esto, porque no quiero que nadie me
acuse de la simpleza de “sí, a toro pasado, todos acertamos”. Pues mire
usted, no: sobre HP y Microsoft yo ya empecé a escribir en 1991. Y sobre Blackberry en el año 2006.
Lo que sucede con los países o economías emergentes desconcierta a
cualquier experto en economía. El 31 de julio leíamos en dos docenas de
medios de comunicación internacionales que los países BRIC
ralentizaban su crecimiento. Incluso, el último número de julio del semanario The Economist, estaba dedicado a esta cuestión. El caso más emblemático era el de China, que sigo de cerca porque estoy escribiendo dos libros sobre su economía, política y sociología. Los datos de exportación, producción
industrial, consumo interno –familias y empresas, es decir, inversión-, etc, no eran buenos. El PIB del segundo trimestre del año fue del 7,5%, versus el 7,5% del primer trimestre. En cambio, aprovechando el puente de la Virgen de agosto, que los anglosajones ni siquiera conocen, resulta que todo ha cambiado a mejor para China: he leído CINCO VECES The Wall Street Journal del 9 de agosto y, si he de creer lo que escriben, la conclusión es clara: “donde dije digo, digo Diego”. Cuatro datos simpáticos sobre la economía china y resulta que, “los emergentes”, vuelven a crecer y triunfar: la realidad es que la supuesta mejoría se mide en decimales: las exportaciones, la producción, el PIB, el consumo, la inversión, etc, chinas, mejoran solamente en unas décimas…, supongo que estamos todos tan necesitados de buenas noticias, que unos pocos decimales positivos son más que suficientes para levantarnos el ánimo.
ralentizaban su crecimiento. Incluso, el último número de julio del semanario The Economist, estaba dedicado a esta cuestión. El caso más emblemático era el de China, que sigo de cerca porque estoy escribiendo dos libros sobre su economía, política y sociología. Los datos de exportación, producción
industrial, consumo interno –familias y empresas, es decir, inversión-, etc, no eran buenos. El PIB del segundo trimestre del año fue del 7,5%, versus el 7,5% del primer trimestre. En cambio, aprovechando el puente de la Virgen de agosto, que los anglosajones ni siquiera conocen, resulta que todo ha cambiado a mejor para China: he leído CINCO VECES The Wall Street Journal del 9 de agosto y, si he de creer lo que escriben, la conclusión es clara: “donde dije digo, digo Diego”. Cuatro datos simpáticos sobre la economía china y resulta que, “los emergentes”, vuelven a crecer y triunfar: la realidad es que la supuesta mejoría se mide en decimales: las exportaciones, la producción, el PIB, el consumo, la inversión, etc, chinas, mejoran solamente en unas décimas…, supongo que estamos todos tan necesitados de buenas noticias, que unos pocos decimales positivos son más que suficientes para levantarnos el ánimo.
Honestamente, es más creíble la recuperación de la economía
americana. Según datos de la FED, los americanos han puesto sus finanzas
en orden, y vuelven a pedir créditos de nuevo, es decir, a endeudarse,
pero con garantías y sensatez, gracias a las salvaguardas que estableció
la Reforma Financiera de Obama (Dodd-Frank) de julio de 2010, de que
hablamos en nuestro segundo volumen sobre Obama (“Obama y el liderazgo
pragmático”, LID, 2011). El mayor endeudamiento de familias y empresas
americanas “provee a la economía americana de un nuevo motor para la
inversión y el crecimiento” ha dicho la FED el 15 de agosto de 2013,
cuyos datos muestran que “la riqueza real neta de los hogares americanos
ha alcanzado su nivel más alto desde enero de 2007”: hay que recordar
que la Gran Recesión, en América, comenzó en agosto de 2007. El crédito
para la compra de casas y coches ha alcanzado su punto más álgido desde
enero de 2008. El crédito al consumo en América alcanzó 13,8 billones de
dólares de junio, y 17,5 billones en mayo: “Los hogares están más
abiertos a endeudarse, ya que sus viviendas se están apreciando, los
mercados de valores alcanzan valores récord, y la confianza de los
consumidores se dispara gracias a las mejores perspectivas del empleo”,
dice la FED; hay que tener en cuenta que la tasa de paro está ya en el
7,4%, en julio de 2013, versus el 10,8% de julio de 2009. La FED, como
hace el Banco de España en su “Encuesta sobre la Riqueza
económico-financiera de las familias españolas”, en que yo he colaborado
desde 2005, ha identificado que “los americanos están más cubiertos
para hacer frente a sus deudas: los activos líquidos de los hogares
–dinero en efectivo, acciones, bonos, etc- se han incrementado en 10 trillones de dólares en los últimos cuatro años”.
¿El déficit público? Los republicanos amenazan con el cierre del
gobierno federal en otoño; dicen que no permitirán que, para el
presupuesto de 2014, la Casa Blanca pueda aumentar “el techo de endeudamiento”…, la realidad es que el déficit público, este año,
alcanza 607 billones de dólares, algo más de 300 billones menos de los
inicialmente previstos. Los ingresos han aumentado un 14% y los gastos
–fruto del “sequester” de marzo de 2013- se han reducido el 13%. Los
republicanos no solo se pelean entre sí, sufren de una crisis de
identidad sin precedentes y maltratan a los hispanos y latinos, sino
que,
además lo ignoran todo sobre economía.
además lo ignoran todo sobre economía.
Me quedo con una nota positiva: Yahoo tiene una primera espada al
frente que le está dando la vuelta a la compañía; Marisa Mayer está
consiguiendo lo que parecía imposible, que Yahoo vuelva a recuperar el
lustre de los primeros tiempos. Otra mujer inteligente y trabajadora en
“Corporate America”. Del proceso de paz en Oriente Medio, de Irán, de
China, de cómo los republicanos están obstaculizando “Obamacare”, de la
rueda de prensa de Obama sobre la supervisión de los (necesarios)
programas de espionaje de la CIA y la NSA, de la crisis en Egipto y la
postura americana, del uso de drones contra talibanes en Pakistán o de
la salida de la Eurozona de la recesión (crecimiento del +0,3% en PIB,
en el segundo trimestre de 2013), hablaremos en otra ocasión, además
de la fallida fusión de American Airlines y US Airways, sobre lo cual,
hay mucho que decir.
Mujeres al poder.
Publicado el 17 de agosto de 2013 en mi blog de Cinco Días EE.UU y mercados emergentes
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